Biodanza espacio de crecimiento
A mis compañeros de emociones
26 de marzo de 2009
Viento de cristal blanco
Ámbito de abrigo y solas. allí se plasman las emociones de la vida.
Contra todo, el amor. Antídoto siempre presente.
Corazones abiertos. Brazos siempre prestos a contener.
Dulces miradas que invitan a la intimidad y sanan.
Y mucho, mucho más, pero por sobre todo alegría, que le da sentido a la existencia.
Alegría al compartir vivencialmente la danza de la vida.
Nido donde reposar, alimento para Ser.
Refugio donde danzando acompañados, conectamos con aquello escondido. Permitiendo que - aflore y se exprese.
Nos permitimos Ser. Allí muestras tu canción.
Y luego al volcarlo en el mundo.
Todos y cada uno con sus particularidades.
Las hay tan pequeñas que se pierden en mis brazos, disfruto ese acercamiento.
Las hay angelicales. cabellos de oro con anchas espaldas que te toman como si fueras un bebé.
Grandes pechos, donde me pierdo mareo y embrago.
Brazos protectores, robustos, musculosos, largos pequeños. siento su cuidado.
las hay sugestivas, risueñas, divertidas, chispeantes, pícaras y aquellas que saltan como monos.
otras etéreas. con su presencia basta.
Movimientos, gestos cómplices.
Todos y cada uno con algo que los distingue y me deleita.
Los Bendigo y los honro, así en su totalidad.
Graciela.
26-10-2009
A mis compañeros de emociones
26 de marzo de 2009
Viento de cristal blanco
Ámbito de abrigo y solas. allí se plasman las emociones de la vida.
Contra todo, el amor. Antídoto siempre presente.
Corazones abiertos. Brazos siempre prestos a contener.
Dulces miradas que invitan a la intimidad y sanan.
Y mucho, mucho más, pero por sobre todo alegría, que le da sentido a la existencia.
Alegría al compartir vivencialmente la danza de la vida.
Nido donde reposar, alimento para Ser.
Refugio donde danzando acompañados, conectamos con aquello escondido. Permitiendo que - aflore y se exprese.
Nos permitimos Ser. Allí muestras tu canción.
Y luego al volcarlo en el mundo.
Todos y cada uno con sus particularidades.
Las hay tan pequeñas que se pierden en mis brazos, disfruto ese acercamiento.
Las hay angelicales. cabellos de oro con anchas espaldas que te toman como si fueras un bebé.
Grandes pechos, donde me pierdo mareo y embrago.
Brazos protectores, robustos, musculosos, largos pequeños. siento su cuidado.
las hay sugestivas, risueñas, divertidas, chispeantes, pícaras y aquellas que saltan como monos.
otras etéreas. con su presencia basta.
Movimientos, gestos cómplices.
Todos y cada uno con algo que los distingue y me deleita.
Los Bendigo y los honro, así en su totalidad.
Graciela.
26-10-2009